Inicio Opinión Se acabó la época que los trapos sucios se lavan en casa

Se acabó la época que los trapos sucios se lavan en casa

por Leidy Peralta

Estas letras van dedicadas a los jueces que señalan y juzgan el dolor ajeno y sobre todo, a los que se burlan de la tusa hecha plata.

Nadie sabe por cuánto tiempo Shakira llevaba sobre su espalda la ofensa y la traición de vivir con un novato que al final, miró clara mente para otro lado; ¿Cómo es que en pleno siglo XXI se atreven a decirle a una mujer hecha y derecha, como es que debe manejar su sufrimiento y hacer catarsis de ese dolor.?

La impertinencia y arrogancia son directamente proporcionales a la falta de empatía con las otras personas. Da lo mismo si es Shakira o la vecina del barrio, es ese mismo veneno que señala , que juzga y da lecciones de cómo pilotar una tristeza que solamente quien la carga sabe como es.

y pues, también, deberían enterarse que hace rato quedaron atrás las creencias que los trapos sucios se lavan en casa, y shakira es el ejemplo de ello; sin duda, no se quedó con nada, directamente dijo todo lo que se le vino a la cabeza y de la forma más profesional hizo música un dolor y hoy un himno. Díganme ¿Cuántas nos hemos quedado con las ganas de soltarlo todo?

Cada frase era más fuerte que la anterior en el BZRP Music Sessions Vol. 53; demostraban perfectamente con la admirable resistencia de una mujer que narra la cruz con la que vivió, con un novato al que le regaló 12 años de su tiempo y 2 hijos; sus letras relatan la traición de su amado, y que dejan ver que pese a su dolor es una loba que aunque cortada se lame sus heridas y avanza.

Aunque ustedes están en todo su derecho de opinar, parece que a los jueces nunca el desamor con crueldad ha tocado su puerta. Sin embargo, mientras el poder sanador absoluto catártico de cantar unas cuantas verdades en la cara les llega pues hoy la vida les recuerda a quienes leen esta columna que a las mujeres el despecho se les pasa y las heridas se les sanan, solo que, ajá, hay cosas que es necesario decir..

Hoy Shakira también nos deja un ejemplo que las mujeres humilladas también son capaces de levantarse de su propia cruz, y que de una manera épica, siempre sobran razones para liberarse del opresor, total, Shakira no es ni primera ni la última mujer despechada.

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