Inicio Opinión ¿Habrá francachela y habrá comilona?

¿Habrá francachela y habrá comilona?

por Edward Badillo

Barrancabermeja ciudad futuro, Barrancabermeja donde el amor es clave, Barrancabermeja moderna, productiva y segura, Barrancabermeja Distrito especial, portuario, biodiverso, industrial y turístico, Barrancabermeja en Paz, Barrancabermeja dónde ¡sí es posible!… infinidad de adjetivos benignos se le han atribuido a la bella, ultrajada, sedienta, robada pero aún en pie, hija del sol… ¡ah! se me olvidaba la cereza del pastel, estos últimos 3 años le apodamos “Barrancabermeja, la ciudad que lo tiene todo”.

Estos eslóganes han estado adornando las diversas campañas y gobiernos que han pasado por el lindo, bello y de antaño edificio que queda en frente de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. Si uno se pone a leer estas maravillas, se pinta a un edén en donde brilla la justicia, la seguridad es una constante, el empleo está para tirar pal techo, la inteligencia vial es característica fuerte de sus habitantes, entre otros prodigios que hacen que Barrancabermeja lo tenga todo.

Y es que con un presupuesto de más de 46.240 millones de pesos, de los cuales el 84% correspondió a recursos de asignaciones directas y el otro 16% a los fondos de compensación y desarrollo, el panorama e ideal de ciudad que se espera ver reflejado con cada regalía, es totalmente distópico, deprimente, y bastante lamentable.

Barrancabermeja se despidió del 2022 con 93 muertes violentas en hechos de sicariato, y en lo que va del 2023 la cosa pinta color de hormiga. Con más de 173 accidentes viales, con constantes manifestaciones de descontento estudiantil y del profesorado, con vías deshechas, porque la única decente es la rimbombante calle Centenario, con tasas de desempleo que dan terror posicionando a la ciudad en la tercera intermedia con mayor desempleo en el país, es decir: “14 mil desocupados” y ni hablar del sector cultura, un colectivo fríamente olvidado, irónico para un lugar que abandera su identidad y sus géneros artísticos constantemente, entre otras barbaries que si las escribo, no acabo la columna.

¿Dónde está cada peso?, no es una pregunta que sólo me hago yo, sino los más de 214.571 habitantes, que cada 4 años, en la soledad de la urna, ejercemos el derecho al voto.

Pero fíjense que en Barrancabermeja hay tanto por hacer, que en esta oportunidad fueron más de 390 candidatos al concejo Y 14 a la Alcaldía distrital que buscan hacerse cargo de los problemas generacionales, fundados y ocasionados, por la negligencia política y social de sus antecesores. Un discurso que, si uno se fija bien, es bastante repetitivo, imposible y en algunos casos, hasta parece comedia, no estoy exagerando, la semana pasada le escuché a una candidata al concejo decir que iba a construir un parque recreacional si la elegían, como si eso fuesen las acciones de los concejales.

Personas que jamás hemos visto en la esfera política, pública y social, trabajando, adelantando iniciativas, entre otras, hoy, esperan sin desdén ser elegidos.

Sólo 17 concejales, de esa lista de cientos, podrán sentarse a hacer control político en la sala del concejo distrital, y la expectativa más grande: el próximo Alcalde.

Y es que más allá de la chistoso que nos pueda parecer el show mediático alrededor de las elecciones territoriales, entre los barramejos se asoma una preocupación por el futuro de la ciudad, porque con un rubro tan grande, una cantidad inimaginable de dinero, ¿Por qué Barranquita se ve cada día más deteriorada?, es lúgubre la forma en cómo la política fundada inicialmente para servir, se tornó en un negocio de lucro individual, en el que la dignidad del ribereño, los sueños de las madres cabeza de hogar, la ilusión del recién graduado, la paciencia del adulto mayor, etc., se desangra año tras años, porque el robo, que ya es evidente, y que no es desconocido, se ha convertido en una costumbre descarada, y que por medio de la palabra, firmas, y legalizaciones fraudulentas, juegan con la alimentación escolar, el empleo y estabilidad de familias enteras, con nada más y nada menos que la vida, siendo un derecho humano fundamental.

Hoy, jueves, se llevará a cabo el primer debate de los aspirantes a la Alcaldía, prendan el televisor y sólo dedíquense a escuchar, y por favor, sí, reciba el tamal, el plato de sancocho, toda la comilona que se le ofrezca hoy que se acuerdan de usted, pero cuando 29 de octubre el tarjetón le pregunte quien quiere que le gobierne, sea sensato, sobrio y consciente, para que después en la francachela de ellos, no sea usted el que suplique por un minuto de atención.

Le puede interesar: La tambora como poder transformador del dolor

“Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Dígame”

También te puede interesar:

Leave a Comment