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Orgullosamente ser

por Daniel Solano

Las ideologías han buscado enemigos históricos para posicionarse, el enemigo es una condición para su éxito. De ahí que a las mujeres las volvieron brujas, a los negros les dijeron que no tenían alma, que todo el que desee la equidad le digan comunista y los que trabajan por la libertad real del libre mercado les digan capitalistas, y ahí la lista se extiende a mamertos, marica, indio, campeche, chapetón, blanco, impío, extremista, perra, prospecto de travesti de pueblo…. La lista es históricamente interminable.

Ya sean personas, espíritus, cosas, entre otras, no hay ideología sin enemigo. Bajo ella se busca agrupar simpatizantes para fines asociados al poder y les propongo no caer en la dicotomía que si el poder es bueno o malo, pues lo importante aquí es el fin, o sea para qué se usa. De ahí que hayan ideologías con propósitos que buscan el desarrollo y otras que persiguen intereses personales para mantener un sistema y alineación de un grupo.

Si asumes una ideología públicamente y actúas por fuera del comportamiento de ella, recibirás recriminaciones de todos los lados, porque se ve como incoherente y siempre desconoce que los seres humanos podemos cambiar de opinión gracias a la capacidad de razonar.

Para los que piensan que la filosofía no sirve para nada, les tengo una mala noticia, hoy más que nunca las preguntas existenciales de ¿Quién soy? ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? Tienen mayor relevancia en las mentes de los ciudadanos, que se refugian en grupos con los que se identifican tratando de buscar respuestas de acuerdo a las emociones que les embargan.

La célebre expresión “Ser o no ser, esa es la cuestión”, se ha vuelto protagonista en el marco de una sociedad que se esfuerza por clasificar al individuo metiéndolo en cajas de acuerdo a su etiqueta. Este contexto ha generado la movilización legítima por los derechos de individuos que quieren ‘ser’, y en su apuesta encuentran el rechazo de otros que creen que ‘son’. El conflicto se incrementa cuando el grupo predominante quiere imponer al minoritario una creencia, un comportamiento, incluso una moda. ¿Han visto cómo la bota del pantalón determina si estás a la moda o no?

La necesidad constante de poder definirnos como individuos nos ha llevado a una puja por crear un modelo en el que TIENEN que encajar todos, un modelo que busca que todos seamos “normales”. Lo triste es que esta puja ha llevado a muchos a aislarse y en el peor de los casos a quitarse la vida, ha generado guerras, ha generado que millones mueran por considerar que hay razas superiores, y así  siguen apareciendo construcciones sociales en contra del ser.

En ese marco muchos buscan ver el mundo a blanco y negro, cuando en realidad es multicolor; la variedad de árboles, peces, aves y demás seres vivos es lo que hace a este mundo espectacular. No encontrarás a un ser vivo idéntico a otro, en la tierra solo hay seres únicos, eso nos hace especiales.

A los que no están de acuerdo, no es que les interese si vas en el camino correcto, o lo que hagas de la cintura para abajo, o que prefieran verte mejor, lo que quieren con urgencia es que no te salgas de la caja para que ellos no se vean diferentes, pues para ellos diferente es sinónimo de incorrecto. De ahí toda mi solidaridad con quienes luchan por sus derechos a estar por fuera de la caja, los cuales son válidos en la medida que su libertad no reduzca o agreda al otro.

Dicho esto es importante decirle a quienes son proclives a las etiquetas que su credo es respetable en la medida que no vulnere al otro, que la sexualidad no te define, el color de piel no te define, el estrato social no te define, porque poner la lupa en una sola característica del ser humano es un ejercicio pobre y no contribuye a que reconozcamos las diferencias en el marco de este mundo diverso.

Los diferentes han cambiado la historia, arriba las sirenas negras, arriba las mariposas con antena, arriba todos los colores de piel, arriba lo masculino y lo femenino del mismo modo en el sentido contrario… tienes solo una vida, una oportunidad para vivir, ser y coexistir. Aprovéchalo y ayuda a construir un mundo donde quepamos todos.

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“Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Dígame”

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