Las últimas horas de vida de Leidy Patricia Porras Hernández, las pasó en la habitación 306 de un hotel ubicado en el barrio Ricaurte de Bucaramanga. Allí había llegado desde el pasado sábado a hospedarse, era la segunda vez que se quedaba allí.
Sin embargo, este domingo en la tarde fue hallada sin vida y junto a su cuerpo una carta en dónde explicaba las razones de su suicidio.
Padecía depresión
Según pudo establecer Leidy, quién desde hacía 10 años trabajaba como dragoneante del Inpec, padecía una fuerte depresión que la llevó a aislarse en el hotel como lo había hecho ya en otra oportunidad.
Por su enfermedad había estado interna en una clínica de reposo.
“El sábado vino el papá y la visitó, se estuvo con ella y se fue. Pero ya hoy (domingo) no contestó más el celular entonces vinieron a ver qué le había pasado”, comentó un allegado.
La depresión que Porras Hernández padecía habría empeorado, al parecer, por la separación con su compañero sentimental y fue precisamente a él a quien llamó a advertirle sobre sus intenciones de quitarse la vida.
Su ex pareja llamó a la familia y les contó lo que le había dicho, así que como no contestaba, su padre regresó de inmediato al hotel.
Al entrar a la habitación la encontraron muerta en la cama y a su lado estaban la factura de compra de una sustancia altamente tóxica que habría ingerido y una carta que escribió en la que explicaba que se había quitado la vida debido a “la infidelidad y los malos tratos de su expareja y que habían motivado la separación hace un mes”.
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