Este 8 de febrero, una manifestación inicialmente pacífica liderada por defensores del gobierno de Gustavo Petro en Bogotá se convirtió en disturbios que culminaron con el bloqueo del parqueadero del Palacio de Justicia, dejando encerrados a magistrados que se encontraban en el interior.
La protesta, que inicialmente buscaba expresar el descontento de los manifestantes con la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía por no haber elegido a un nuevo fiscal, tomó un giro violento a medida que avanzaba el día. La Federación Colombiana de Educadores (FECODE) fue una de las organizaciones presentes en las protestas, sumándose a la creciente multitud que expresaba su frustración.
A través de las redes sociales, varios ciudadanos manifestaron su descontento frente a los disturbios y exigieron al presidente poner fin a la situación. Gustavo Petro, por su parte, rechazó los ataques perpetrados por algunos manifestantes y pidió que se llevaran las protestas de manera pacífica.
Los disturbios alcanzaron su punto álgido cuando los manifestantes bloquearon la entrada al parqueadero del Palacio de Justicia, manteniendo a los magistrados dentro del edificio. La situación generó preocupación y tensiones adicionales en la ciudad.
La Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía no se han pronunciado oficialmente sobre los eventos, pero se espera que emitan declaraciones en los próximos días. Las autoridades locales trabajan para restaurar el orden y han implementado medidas de seguridad adicionales en el área.
La sociedad civil y diversos sectores políticos están divididos en cuanto a sus opiniones sobre las protestas, reflejando la polarización existente en la sociedad colombiana. Las autoridades continúan monitoreando la situación de cerca para prevenir futuros episodios de violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
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