Una ola de calor implacable azota Brasil, llevando las temperaturas a niveles extremos y estableciendo nuevos récords preocupantes. En Río de Janeiro, la sensación térmica ha superado los 60 grados Celsius, alcanzando un máximo de 62,3 ºC, lo que constituye la lectura más alta en una década. Este fenómeno se atribuye a la falta de lluvia y nubosidad, condiciones que han favorecido el aumento del calor en la región.
Según los expertos, se espera que estas altas temperaturas persistan en los próximos días, hasta que lleguen las precipitaciones más adelante en la semana. Este calor extremo también se ha sentido en Sao Paulo, donde el mes de marzo ha sido el más caluroso registrado en la historia de la ciudad.
El récord en Río de Janeiro se produce después de un fin de semana de temperaturas sofocantes, con el sábado marcando los 60,1 ºC de sensación térmica en el oeste de la ciudad. Este último récord supera la marca anterior de 59,7 ºC, registrada en noviembre del año pasado.
La población está alarmada por la situación, especialmente porque existe la percepción de que las temperaturas podrían seguir aumentando debido a la alta deforestación, principalmente para la construcción de viviendas. Este factor agrava aún más la intensidad del calor y sus efectos en el medio ambiente y la salud pública.
Las autoridades están instando a la población a tomar medidas de precaución, como mantenerse hidratados, evitar la exposición prolongada al sol y buscar lugares frescos durante el día. Asimismo, se recomienda estar atentos a los avisos de emergencia y seguir las indicaciones de las autoridades locales para protegerse del calor extremo.
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