Los recursos naturales son todos aquellos elementos que se encuentran en la naturaleza y pueden ser aprovechados por los organismos vivos para su sustento diario.
Los beneficios que generan los recursos naturales incluyen desde la proporción de alimentos, medicinas, materias primas, hasta la regulación del clima, agua y desastres naturales. Por este motivo, son un potencial importante en el desarrollo cultural, social y económico de las poblaciones. Los anteriores, son catalogados técnicamente bienes y servicios ecosistémicos o del ambiente y, su disponibilidad garantiza el aumento o disminución del bienestar de los seres vivos.
Pese a la gran importancia que implican en la vida humana, animal y vegetal, se ha evidenciado en los últimos años, un aumento en el deterioro de los elementos del ambiente (flora, fauna, aire, suelo, agua y paisaje), principalmente por actividades antrópicas (acciones humanas) y es por ello que, para contribuir a la solución del problema, se hace necesario adentrarse en los derechos del medio ambiente.
La tarea de garantizar un entorno sano, limpio y saludable, debe ser el punto de partida de los planes, programas y proyectos políticos, pues sólo de esta manera se estará brindando garantía a la permanencia de la humanidad en la vida de la tierra.
A nivel mundial, se ha logrado la identificación de las problemáticas globales que afectan las naciones y con base en los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración del Milenio y los resultados de las grandes conferencias y cumbre de las Naciones Unidas como las del desarrollo sostenible o población, se han instaurado diecisiete objetivos expuestos en La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible del planeta.
Los objetivos buscan contribuir a la solución en temas de pobreza, hambre, desigualdad, género, entre otros temas relacionados con el medio ambiente como cambio climático y biodiversidad.
A pesar que Colombia hace parte de los países miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se puede percibir el olvido frente al tema, dentro del accionar político que se encuentra a favor de un tipo de extractivismo indiscriminado, en una economía tradicional ortodoxa (primando la racionalidad, individualismo y equilibrio conforme a una ciencia exacta y medible) que en cierta medida, considera la finitud y agotamiento exponencial de los recursos del ambiente, se ignora el valor intrínseco de la naturaleza.
Debido a esta concepción limitada e instrumental de la naturaleza, toda acción preventiva y de mitigación de la contaminación producto de las actividades económicas, resultan ser nulas y los acontecimientos actuales, reflejan escasos esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las personas y una notable reducción en la destinación de recursos económicos para la preservación y conservación de la riqueza natural del país.
Escrito por:
Nadir Alexandra Pedraza Tabares
Economista
Candidata a Magister en Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental de la Universidad Distrital Francisco José De Caldas.
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