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En Barrancabermeja también se vendía carne de caballo

por Digame

La venta de carne de caballo es una realidad en Barrancabermeja, sin saberlo, muchas personas han consumido su carne, pensando que era de res

Dígame.com.co conoció de primera mano, cómo de manera clandestina personas en la ciudad sacrificaban caballos, para luego comercializar su carne.

Francisco*, quién se dedicó a la Venta, comercialización y sacrificio de caballos en Barrancabermeja, relató el proceso para llevar a cabo el negocio clandestino de la Venta de carne de caballo.

“Primero se concreta el negocio con Los dueños de Los caballos, buscábamos caballos que ya hubiesen cumplido su vida útil y que sus propietarios estuviesen interesados en venderlos. Se podían conseguir desde 200 mil pesos, sin importar su estado físico” Explica Francisco

Todo el proceso de sacrificio se realizaba de manera clandestina a mitad de la noche en zonas rurales de la ciudad, fincas, potreros, o laderas de ríos.

Francisco afirma que en este caso la calidad de los animales que sacrificaban era buena, animales sanos, potros cerreros, gordos y sin enfermedades y aclara que aunque sus procesos no cumplían con los estándares de calidad, lo hacían de la mejor manera.

Relata que para sacrificar el caballo, le daban un golpe en la nuca y luego con un cuchillo le cortaban el cuello. El caballo después de luchar por varios minutos, cae al piso, esperan hasta que de los últimos suspiros para comenzar a desmembrarlo y a quitarle la carne.

Una de las partes más importantes son los lomos, pues se ven iguales a los lomos finos de La vaca; se le sacan también los cachetes para venderlos como carne molida y el resto de la carne para venderla de segunda.

La piel, la cabeza, y los huesos del caballo, eran enterrados, para desaparecer la evidencia y no alertar a la comunidad sobre lo que estaba pasando.

La carne de caballo es un poco más negra en comparación con la de res, para contrarrestarlo utilizaban un producto denominado Bisulfito, el cual adquirían en Bucaramanga, se lo aplicaban a la carne después de que cogiera frío, así tomaba tonalidades rojizas o rosas y además cumplía con la función de ablandar, simulando carne de novillo.

Como los animales eran sanos y casi toda la carne que pedían sus clientes era carne abierta, sumado al desconocimiento para quienes la adquirían, la carne pasaba desapercibida. Su apariencia era entonces igual a la carne de res.

Antes de sacar el producto al mercado, realizaron  diferentes preparaciones para amigos y conocidos, de esta manera identificar si se notaba la diferencia, se preparó  frita, sudada en asados, hamburguesas  nadie notó la diferencia.

La carne se distribuyó en las plazas, restaurantes y directamente en los hogares de la ciudad.

Según Francisco, al principio se sacrificaba uno diario y ya después comenzaron uno cada dos días o dependiendo si habían pedido se sacrificaban dos diarios, hasta llegar a los 11 diarios.

En un momento se alcanzó a sacrificar 11 caballos diarios.

Afirma que se alejó del negocio porque encontró otras actividades para hacer de una forma legal.

“El negocio es muy rentable, me salí porque no había forma de expandirlo, tendría que invertir en infraestructura, la planta de sacrificio, cuartos fríos, camiones, y lo más importantes mis clientes tendrían que saber que la carne es de caballo y hay mucho estigma y mitos respecto a eso”.

Explica que es totalmente falso que la carne de caballo se sopla y se infla, en el momento en el que la carne cae una plancha o cae al carbón se hace totalmente igual a la de res.

“Hay confusión respecto a las salchichas; las salchichas que hacen de caballo se soplan al momento de freírlas, pero no es debido a la carne, sino a la harina con la que se preparan”.

La carne de caballo se consume en otros países y la misma, se presume, es saludable. Consultamos a Fabio Gómez, médico veterinario y nos dijo que la crítica hacia la carne de caballo que se consume en Colombia es porque los animales son los viejos y enfermos, no como en otros países, donde hay criaderitos de caballos para engordarlos y consumirlos.

En todo el país existen 3 plantas de sacrificio de equinos legalmente constituidas, ubicados en Cali, Medellín y Piedecuesta.

En Piedecuesta, se sacrifican de 150 a 200 caballos diarios, para la transformación de proteína para concentrado de otros animales y alimentos balanceados, es decir, subirle la proteína a los concentrados de  los animales por ejemplo para los pescados.

Según Francisco mucha de esa carne ya no cumple ese fin, sino por el contrario se utiliza para el consumo humano,  se vende en carnicerías, con muy buen aspecto.

Aclara que las mulas, caballos, burros, tienen el mismo proceso de sacrificio de una res, no como muestran los videos  que circula  en  las redes sociales, que los meten a una máquina  y los muelen. El animal se sacrifica,  se sangra,  después se le quita su cuero,  se le sacan sus piezas y los huesos, viseras, cabeza,  patas y cola  se botan.

El negocio de los burros

El escándalo que sacudió a Santander, respecto a la distribución de carne de caballo y burro en el PAE, también expone, el negocio de la venta de cuero de burro a países asiáticos.

Francisco explica que en este momento hay un aumento en el sacrificio de burros, ya que su piel es codiciada en países como China, la cual alcanza a costar hasta $400.000 pesos.

La carne de los burros se empezó a comercializar porque al quitarle el cuero, su carne quedada prácticamente libre y realmente la carne es toda de la misma calidad.

Francisco* se cambió el nombre para proteger la identidad de la fuente

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