Las autoridades informaron que en Piedecuesta se logró rescatar a 30 personas, ilesas, que habían quedado atrapadas debido al desbordamiento del río de Oro.
Familias, niños y adultos mayores estaban disfrutando de un paseo de olla cuando la corriente aumentó repentinamente.
«Estas personas quedaron atrapadas en el otro lado del río y no podían cruzarlo debido al aumento del caudal. Por eso fue necesaria la intervención de todos los organismos de rescate», explicó el teniente Rafael Herrera, del cuerpo de bomberos de Piedecuesta.
El incidente ocurrió en el barrio La Colina de Piedecuesta, un lugar donde tradicionalmente las familias realizan paseos en el río de Oro.
«Hacemos un llamado a las comunidades para que no ingresen a los ríos y quebradas durante esta temporada de lluvias. También deben tener precaución al transitar por las vías», advirtió Eduard Sánchez, director de la Oficina de Gestión de Riesgo y Desastres de Santander.
Las lluvias también causaron daños en algunas viviendas en Barrancabermeja.
«Estamos llevando a cabo un censo en las zonas afectadas por el fuerte aguacero. Hay casas destechadas, árboles caídos y redes eléctricas dañadas», informó un funcionario de la Alcaldía.
Además, en el corregimiento de Berlín, en el municipio de Tona, las fuertes lluvias dañaron varios cultivos de cebolla y hortalizas durante el fin de semana.
Asimismo, la carretera entre Landázuri y Cimitarra en Santander está cerrada debido al desbordamiento de una quebrada. Actualmente, Gestión del Riesgo está coordinando con la Alcaldía de Landázuri para movilizar maquinaria y reabrir la vía lo antes posible, considerando las pérdidas sufridas por transportistas y empresarios.
Las lluvias, además de dañar cultivos y puentes, han dejado las carreteras intransitables. Por ello, miembros de Gestión del Riesgo visitaron algunas de las vías afectadas.
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