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[Opinión] La Reforma que busca modificar el sistema político en Colombia

por Melissa
proyecto de ley ‘Dejen de fregar’

Por estos días se discute en el Congreso de la República la reforma política propuesta por el gobierno nacional. Esta ha tenido eco en los diferentes partidos políticos, los cuales han presentado sin mayores sobresaltos algunas proposiciones. Dicha reforma busca modificar el sistema político de Colombia y los sistemas de participación y elección de funcionarios electos por voto popular.

Por consiguiente, surgen grandes interrogantes, ¿es esta reforma política el fin de la danza de los millones en campañas políticas? ¿es el fin a la compra de votos y corruptela en época de elecciones? ¿es la consumación de los espectáculos de repartición de tejas, ladrillos y sancochos en cada esquina de los municipios de Colombia coaptados por estas maquinarias políticas expertas en este modus operandi?

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Es claro que el sistema político- electoral colombiano ha sido permeado por grupos políticos que no han tenido ningún tipo de escrúpulos para alcanzar sus objetivos. Y es que es notorio que la podredumbre de los organismos electorales no es una cosa oculta.

No en vano todos sabemos que en este país se compran elecciones y cargos de elección popular; nuestra cultura ha aplicado la máxima que si se tiene dinero puede conseguir lo que se quiere. No es un secreto que aquí se pueden comprar senados, cámaras, concejos y cualquier cargo de elección popular.

La posibilidad que llegue gente sana y buena a cargos de elección popular en las últimas elecciones ha ido aumentando, precisamente, el proceso de paz nos quitó la venda de estar entretenidos en el conflicto con la Farc y otros grupos al margen de la ley mientras los políticos se robaban los recursos de todos los colombianos.

¿Ahora bien, es la reforma política el antídoto a la corrupción y campañas millonarias?

Luego de haber leído y analizado el “Informe de Ponencia para primer debate Proyecto de Acto Legislativo 08 de 2018 Senado “Por medio del cual se adopta una reforma política y electoral”, acumulado con el proyecto de Acto legislativo 09 de 2018 “Por el cual se adopta una Reforma Política y se dictan otras disposiciones”, surgen grandes inquietudes.

Dichas preocupaciones se materializan en asuntos como bajar la edad del voto (17 años de manera transitoria en 2022 y 16 años en 2026), establecer el voto obligatorio, entre otros puntos. Sin embargo, el asunto que más inquieta, sin lugar a duda, es el de las Listas Cerradas. Dichas listas se establecen con la posible modificación del artículo 262.

Y es que con las Listas se van a aminorar las posibilidades del surgimiento de nuevos líderes. pese a que se quiera promover la “democracia interna” dentro de los partidos, claramente muchos jóvenes van a quedar en posiciones de desfavorabilidad frente a otros actores políticos que tendrán mayores recursos (de todo tipo) y musculo político, con lo que se va a generar que los jóvenes queden en las planchas con posiciones de poca elegibilidad.

La perversa Reforma política plantea puntos muy debatibles como: voto obligatorio, Voto a la edad de 16 años, lista (50% mujeres – 50 % hombres), Financiación Estatal, elección de senadores por circunscripciones regionales (70%) y 30% por circunscripción nacional.

Paralelamente a esta reforma cruza un proyecto en Cámara de Representantes que esboza un punto muy controvertible; la unificación de periodos de presidente, Gobernador y alcaldes.

Esta última discusión gira entorno a prolongar el mandato de los actuales gobernadores y alcaldes por dos años más; con este punto se pretende reemplazar al elector primario. Esto claramente atenta contra la Constitución y la democracia, puesto que, es el ciudadano el que debe elegir sus gobernantes el próximo año.

Aunque vale la pena aclarar que la unificación de los periodos de elección sería una propuesta acertada en materia de descentralización que busca llegar a un Estado moderno, donde el ordenamiento territorial y el uso de los recursos esté guiado por los principios de descentralización, sostenibilidad financiera, eficiencia y transparencia. Sin embargo, insisto, no es acertado hacerla de manera acelerada como se pretende.

Finalmente, es importante resaltar que la reforma al sistema político es trascendental y no da espera, pero es crucial el método en cómo la reforma política va a imperar en la democracia interna de los partidos, para evitar que los gamonales de siempre se atornillen en el poder.

Escrito por:

Gustavo Moreno

“Las opiniones vertidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Dígame”

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