Un jurado en Córdoba condenó a cadena perpetua a Brenda Cecilia Agüero, enfermera de 30 años, hallada culpable de cinco homicidios agravados y ocho intentos de homicidio cometidos entre marzo y junio de 2022 en el Hospital Neonatal Ramón Carrillo.
Durante el juicio se probó que Agüero inyectó dosis letales de potasio e insulina a recién nacidos que estaban en perfecto estado de salud. Las autopsias revelaron paros cardíacos causados por hiperpotasemia, lo que descartó errores médicos o causas naturales.
Además, ocho bebés más fueron atacados, de los cuales algunos sobrevivieron, pero presentan secuelas físicas. El jurado deliberó durante 10 horas antes de emitir el fallo.
El caso también involucró a cuatro funcionarios del hospital, entre ellos la exdirectora del centro médico y el exsecretario de Salud provincial, quienes fueron condenados a penas de entre 4 y 5 años de prisión por encubrimiento y omisión de sus deberes, al no actuar oportunamente ante los hechos.
Este caso estremeció a la sociedad argentina por la gravedad de los crímenes y por las fallas institucionales que permitieron que se repitieran. El juicio marca un precedente en el país por su impacto en la confianza en el sistema de salud.