Inicio colombiaCon alimentos, alianzas y estrategia: Santander le gana terreno al hambre

Con alimentos, alianzas y estrategia: Santander le gana terreno al hambre

por Luis

Santander, 25 de junio de 2025 En un país donde la inseguridad alimentaria sigue siendo uno de los grandes desafíos sociales, el departamento de Santander comienza a destacar como un modelo de acción integral y eficaz para combatir el hambre.

Según los últimos reportes oficiales, el porcentaje de hogares con inseguridad alimentaria moderada o grave en el departamento pasó del 23,2 % en 2023 al 16,2 % en 2024, una reducción significativa que refleja el impacto de políticas públicas, cooperación interinstitucional y compromiso ciudadano.

🍽️ Alimentar con dignidad: más allá de las donaciones

En el corazón de esta transformación se encuentra el Banco de Alimentos de Bucaramanga, una institución que en 2024 entregó más de 2.500 toneladas de alimentos a comunidades vulnerables del departamento. Lo que hace especial este esfuerzo no es solo la cantidad de comida distribuida, sino la forma en que se entrega: con enfoque nutricional, logístico y humano.

A través de convenios con Fenalco Santander, empresas privadas y organizaciones sociales, el banco ha articulado una red que garantiza acceso constante a productos básicos, especialmente para niños, adultos mayores y familias desplazadas.

“No se trata solo de dar alimentos, sino de transformar vidas con nutrición, acompañamiento y esperanza”, afirma Juan Carlos Buitrago, director del Banco de Alimentos.

🤝 Alianzas estratégicas: la fuerza del trabajo conjunto

En paralelo, la Gobernación de Santander ha fortalecido su capacidad de gestión con aliados académicos e internacionales. En 2024 se firmó la Hoja de Ruta para la Transformación de los Sistemas Alimentarios de Santander hacia 2035, en colaboración con la Universidad de Santander (UDES) y la iniciativa internacional FOLU (Food and Land Use Coalition).

Este documento, más que una declaración, establece una serie de metas concretas:
• Lograr que el 100 % de los municipios del departamento actualicen sus Planes Territoriales de Seguridad Alimentaria y Nutricional.
• Ampliar el acceso a mercados campesinos locales.
• Fomentar prácticas agroecológicas que reduzcan la dependencia de insumos costosos.
• Fortalecer el componente nutricional en el Programa de Alimentación Escolar (PAE).
• Monitorear los impactos de los precios de la energía en la producción y distribución de alimentos.

📊 Datos que alimentan la esperanza

Los avances se reflejan en indicadores clave:
• Más de 450.000 personas han sido impactadas por programas de asistencia alimentaria en el último año.
• Se han capacitado cerca de 4.800 líderes comunitarios y madres cuidadoras en buenas prácticas alimentarias.
• 25 municipios ya han iniciado procesos de actualización normativa en seguridad alimentaria.

El impacto también se ve en zonas rurales, donde pequeños productores han comenzado a integrarse a mercados locales sin intermediarios, mejorando sus ingresos y reduciendo el desperdicio de alimentos.

🌱 Una apuesta de futuro con rostro humano

Para quienes participan en estos procesos, el hambre no es solo una estadística. Es una realidad diaria que se combate desde el compromiso social. Desde el barrio Café Madrid hasta comunidades en Puerto Wilches o El Playón, miles de personas están recuperando el derecho a una alimentación digna.

“Nos sentimos parte de una transformación. Hoy comemos mejor, sabemos cómo aprovechar lo que tenemos y no dependemos solo de ayudas”, relata Marta, madre cabeza de hogar beneficiaria del programa.

🧭 El desafío que sigue: erradicar el hambre como política de Estado

Aunque los resultados son alentadores, aún queda camino por recorrer. La meta trazada para 2030 es reducir la inseguridad alimentaria por debajo del 13,9 %, en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas.

Lograrlo requerirá mantener el enfoque interinstitucional, aumentar la inversión pública, e incorporar a más sectores de la sociedad civil y empresarial.

Desde Dígame.com.co seguiremos acompañando esta historia de transformación. Porque el hambre no se combate solo con caridad, sino con política, educación, producción local y alianzas que pongan la vida en el centro

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